Prologo de un poeta que ya murió sin ver la muerte

Mi poesía es un grito en la oído del hereje que es ciego, el anuncio de la muerte que vive para irse conmigo a un baile de versos y estrofas que nacen de mi mano que me lleva de vuelta a al vida para perturbar con lo que sale de mi boca, de mis poros, de mi lengua anticuaria difuminada por el tiempo, por mis dedos grises de mis manso mas grises todavía

jueves, 11 de diciembre de 2008

Cuervo


Cuervo que mira
Mira la ventana

Picar el ojo del
Mentiroso

Quemar la lengua
Blasfema del mentiroso

Ojos negros que miran
El fuego del cadáver
Viviente

Miedo que vuela
Miedo que se infunde
Miedo en plumas negras

Plumas que caen
De la sombra
Del corazón

Grito que nace
Garras que lastiman

Árbol seco que para,
Observa sin pudor
Miedo callado de
Observar

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