Un niño grita el cielo y un ave sale de su boca como poesía sin sentido escrito por una pluma del alma fisgona salida como de un libro inédito
Prologo de un poeta que ya murió sin ver la muerte
Mi poesía es un grito en la oído del hereje que es ciego, el anuncio de la muerte que vive para irse conmigo a un baile de versos y estrofas que nacen de mi mano que me lleva de vuelta a al vida para perturbar con lo que sale de mi boca, de mis poros, de mi lengua anticuaria difuminada por el tiempo, por mis dedos grises de mis manso mas grises todavía
domingo, 28 de marzo de 2010
Notas negras y putrefactas
La nota muerta
que no suena
resuena en mi corazón
un corazón vomitado
hasta no parar
Que mis dedos fríos
no tocan más que improperios
una desafinación dulce
como el gato que rasga
mi oído sangrante
Toco la flauta
con mis pulmones reventados
de ironía y sarcasmo
en re de mis muertos
de las notas que callan
Esas notas que me siguen
que suenan en la cabeza
como un eructo de borracho
callejero de do y la
sin gracia ni tonada
Las notas del gato putrefacto
del suelo rasgando el vidrio
como un corazón solitario
y mutilado con el cuchillo
del grito de la locura
Notas que escucho en mi cabeza
hasta al misma locura
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