Prologo de un poeta que ya murió sin ver la muerte

Mi poesía es un grito en la oído del hereje que es ciego, el anuncio de la muerte que vive para irse conmigo a un baile de versos y estrofas que nacen de mi mano que me lleva de vuelta a al vida para perturbar con lo que sale de mi boca, de mis poros, de mi lengua anticuaria difuminada por el tiempo, por mis dedos grises de mis manso mas grises todavía

sábado, 17 de abril de 2010

Maldita rutina


Despierto en la mañana
pensando en el jodido despertador
y su condenado ring sonando en mi cabeza

Pienso en todo el maldito día
con un sol alegre
como un idiota sonriente en el cielo
pareciendo que lo dibujo un niño
o a veces un día frío del demonio

Solo camino pensando en la rutina
la maldita rutina que inicia y me rompe las ideas
con un condenado despertador
ring, rang, reng, cállate ya

Al diablo con el
al demonio con vestirme
al carajo con ir a trabajar

Es un viaje de mala muerte
para saludar a alguien que no me importa

Dormir es la importancia
n día me partiré la cabeza
y no lo escuchare más

Porque dormiré para siempre
en sabanas calientes
que nadie me sacara

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