Prologo de un poeta que ya murió sin ver la muerte

Mi poesía es un grito en la oído del hereje que es ciego, el anuncio de la muerte que vive para irse conmigo a un baile de versos y estrofas que nacen de mi mano que me lleva de vuelta a al vida para perturbar con lo que sale de mi boca, de mis poros, de mi lengua anticuaria difuminada por el tiempo, por mis dedos grises de mis manso mas grises todavía

domingo, 5 de junio de 2011

Puertas cerradas



Hoy cierro la puerta
para ver como cae la luna
a los encantos de la noche
y la envidia del día.
Con mis ventanas selladas
y mis esperanzas perdidas en la penumbra
engaño a la muerte
en un juego de cartas
que se perdieron en las cosas
que no use nunca
de que la llave de la puerta
me la trague de gula
me la trague porque quise
y no me arrepiento.
Bailo con la muerte vestida de gala
seduciéndola como ella a mí, me pregunta
si encontré a mi mujer gratuita
y respondo que no
robo un beso de la noche
como robo también uno a la luna gitana
cuento mis versos no escritos
como también los escritos al azar
jugando que abro y cierro los segundos que pasan

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hermoso, una buena creación reflectora de la belleza nocturna.
Te invito a visitar mi Blog, espero el siguiente post. Saludos!