Prologo de un poeta que ya murió sin ver la muerte

Mi poesía es un grito en la oído del hereje que es ciego, el anuncio de la muerte que vive para irse conmigo a un baile de versos y estrofas que nacen de mi mano que me lleva de vuelta a al vida para perturbar con lo que sale de mi boca, de mis poros, de mi lengua anticuaria difuminada por el tiempo, por mis dedos grises de mis manso mas grises todavía

martes, 14 de octubre de 2008

Muerte estrofa


Las sombras te siguen
Tu alma es mía
Mi voz te llama
Mi Oz quiere tu sangre
Soy la sombra
Soy tu fin
Mis ojos tu perdición
La muerte te sigue
En el pergamino marcado
Tu nombre en sangre
Cansado te veo
En el oscuridad mueres
Me llevo tu alma
Tu aliento se enfría
El fuego te rodea
El fuego te quema
La luna te alumbra
Veo tu reflejo en mi Oz
Nunca huirás
Te veo arrancar
Cortar tu alma es mi deseo
La lapida te espera
Mi voz te sigue
Te mueres en vida
Mis pasos queman la luz
La maldición de mi te sigue
Tu alma obtengo
Mi marcha termina y mueres

3 comentarios:

Fer dijo...

Diáfano como sus pensamientos Querido.

Abrazo más que grande :)

Constanza Carrera dijo...

no sabia que escribias tan lindo..
te felicito
ahora me doy cuenta que no eres
tan frio como te vez, un beso
y suerte, nos vemos
adios.

Alicia Torres dijo...

Exelente.

Aunque aveces se puede arrancar, lo sé.

Saludos