Prologo de un poeta que ya murió sin ver la muerte

Mi poesía es un grito en la oído del hereje que es ciego, el anuncio de la muerte que vive para irse conmigo a un baile de versos y estrofas que nacen de mi mano que me lleva de vuelta a al vida para perturbar con lo que sale de mi boca, de mis poros, de mi lengua anticuaria difuminada por el tiempo, por mis dedos grises de mis manso mas grises todavía

sábado, 6 de junio de 2009

Pensamientos turbio de un corazón enfermo


Corazón vomitado
Negro y sucio
Cuervo maldito
Ojos fijos bastados

Un grito desesperado
Callado oigo husmear
¿Por qué no picas mi alma agonizante?

Las entrañas viejas pican
No se porque pero no importa
Cansado de hablar
Golpeo la vida a gritos

Me corte el cuello
Con un hierro astillado
Astillado a mis viseras muertas

Vete al diablo rutina de latir
Si quieres mugre te doy el corazón
Negro y podrido como un jefe

Como un profesor
Como un empleo
Como una cerveza barata
Vomito en ellos hasta reventar
Corazón molido y muerto
Quiero un tiro
Dame un tiro
Bang y nada más

1 comentario:

Roberto_Carvallo dijo...

siempre pensé que lo corazones estaban enfermo... y que lo ataques cardiacos eran la respuesta a tanta basura que corre por la venas...
saludos ...