Prologo de un poeta que ya murió sin ver la muerte

Mi poesía es un grito en la oído del hereje que es ciego, el anuncio de la muerte que vive para irse conmigo a un baile de versos y estrofas que nacen de mi mano que me lleva de vuelta a al vida para perturbar con lo que sale de mi boca, de mis poros, de mi lengua anticuaria difuminada por el tiempo, por mis dedos grises de mis manso mas grises todavía

sábado, 13 de marzo de 2010

Niñez a jugar


Ven conmigo a soñar
más nunca despertaras
y soñaras por siempre

Ven toma mi mano
y viajemos juntos
por un mundo dibujado
por nosotros

Sonríe conmigo
sonriamos los dos
para que nazca un día
un día nuevo y más feliz

Caminemos sin zapatos
marquemos un sendero
donde los rayos luz los borren

Prende una vela y yo otra
así las estrellas se encenderán

Riamos con la lluvia que cae
cantemos con los pájaros
dancemos en el agua chapoteando

Cerremos los ojos e imaginemos
imaginemos una lluvia de alegría
una lluvia de abajo hacia arriba

Solo ven conmigo y hagamos todo eso
subir una escalera hasta el infinito
solo con al preocupación de envejecer

2 comentarios:

Srta. X dijo...

demasiado hermoso, de hecho tiene algo muy peculiar, es romanticamente triste y eso es hermoso.

"ve y juega niño, mientras tengas tiempo, disfrutas mientras puedas. Que luego te haces grande y todo termina...se infinito. No cambies Matias, aunque todos lo hagan"

blu noitte dijo...

es un poema fascinante por decirlo asi. en una pagina llamada www. sayenco.es.tl puedes encontrar muchos mas , pero tu poema facinante no.