Prologo de un poeta que ya murió sin ver la muerte

Mi poesía es un grito en la oído del hereje que es ciego, el anuncio de la muerte que vive para irse conmigo a un baile de versos y estrofas que nacen de mi mano que me lleva de vuelta a al vida para perturbar con lo que sale de mi boca, de mis poros, de mi lengua anticuaria difuminada por el tiempo, por mis dedos grises de mis manso mas grises todavía

viernes, 23 de enero de 2009

clima raro


Cuando el cielo
Llora las nubes tapan
Los ojos del sol
Y de La luna

Nubes grises, que tristes
Donde fue la alegría
De ayer

Lagrimas negra
Caen los truenos hastíos

Un rayo de luz
Del sol se asoma

La noche cae
La luz cesa
Solo las estrellas
Brillan avisando
La llegada de algo

Algo como un día
Un día nuevo

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