Prologo de un poeta que ya murió sin ver la muerte

Mi poesía es un grito en la oído del hereje que es ciego, el anuncio de la muerte que vive para irse conmigo a un baile de versos y estrofas que nacen de mi mano que me lleva de vuelta a al vida para perturbar con lo que sale de mi boca, de mis poros, de mi lengua anticuaria difuminada por el tiempo, por mis dedos grises de mis manso mas grises todavía

viernes, 11 de diciembre de 2009

Caminar sobre mar

Mar pasar

en las aguas

mis huellas dejar


Los peces mirar

desde el cielo volando

con la soledad caminar

solo el agua sentir


El solo pensar

en el agua mirar

las aves nadar

el delfín volar


Nada más que soñar

en los ríos correr

trotar en un lago

caminar en el mar


Solo observar

que el mar es

mi ruta



miércoles, 9 de diciembre de 2009

Contigo

Cuando sueño

Abro los ojos


Veo tu rostro

Mi mira

Con aquella dulzura


Despertar de aquel placer

Me mata

Al recordar que

Solo te veo allí


Al pensar en ti

Nacen mis alas

Para soñar

Y volar contigo

Mostrándote el mundo


Cuando tomo

Un simple lápiz

Los versos nacen

Como la flor

Nace al amanecer

Del primer día de primavera


Como las cascadas

Cae en el agua esperando

Y esperando a que te reflejes

En ella para que note borres

Jamás


Solo el viento me susurra

Me susurra tu nombre en las noches

Para dormir pensando en ti



lunes, 7 de diciembre de 2009

Sueños de nevada blanca

Sus huellas se veían hundidas en la nieve fría como su corazón, como a la vez desaparecían como lo que dejaba a su paso aquella nieve se transformo en tormenta.

Alice apago su lámpara luego de haber despedido a su amigo, su árbol estaba apagado como su espíritu de diciembre. Dormía apaciguadamente nada la despertaba excepto por aquella brisa fría que paso por su cuello blanco bañado en perfume, miro la ventana fríamente, pero estaba cerrada, en eso volvió a dormir. En un abrir y cerrar de ojos la realidad de Alice de transformo de su alcoba en una tierra desolada a la mitad de una tormenta de nieve de la que ni el Grinch aguantaría, consternada pero indiferente grito si había alguien, la vista se le hizo mas nublada pero una luz llama su atención, al acercarse un hombre de solo unos harapos la saludo diciéndole-hola, como te llamas-, Alice mirándolo el dice su nombre, le pregunta -quien eres tu-, sonriente el hombre le dice –nose, ya me conoces, te he estado esperando-.

Con duda se queda pensativa mientras el hombre riendo en la hoguera se calienta las manos, sin avisar se larga a caminar, desconcertada nuevamente por al acción le grita que la espere, siguiéndolo a lo lejos ve una cabaña encendida por dentro, preocupada ve si hay alguien, lo que vio no se lo creyó; vio una niña jugando alegremente con un oso, por inercia propia se dio cuenta que era ella.

De golpe el hombre le toca el hombro y le dice que hace frío.

Sin pensar dos veces las cosas entro, al abrir la puerta pasaron de ser madera a roca, viajando a una tundra oscura con una tumba solitaria con un nombre grabado, curiosa de saber corrió las telarañas; su nombre estaba escrito, un viento nevado soplo furiosamente llegando a soplar al casa quedando en la tormenta, así cerrando sus ojos pregunto a gritos del ruido de la nieve a aquel hombre que la acompaño –quien eres-, solo tus recuerdos y lo que viene respondió.

Despertando en su cama viendo al hombre desaparecer frente a ella como un viento nevado

Desde su ventana, miro su futuro dicho por sus recuerdos volviendo al día anterior, para que Alice arregle el día en más tiene que recordar a los demás

viernes, 4 de diciembre de 2009

Doce hoyos



Doce hoyos que observo
hipnotizado sin motivo

que pasa por ellos?

nose que serán


Por mis pensamientos
llenos de ideas absurdas

sin sentido en ellos


Los miro, me concentro
nada dicen nada callan
tirados tomo y miro

Pienso que piensan ellos
me miraran a mi o no?
quien lo hizo nose
que pensaran tampoco

Cuento si se van cerrando lo ojos
los abro y siguen estáticos
Pasan las horas quietos
sin moverse hasta aburrirme

Tomo mi café callado fijo en ellos
los cuento y recuento hasta cansarme
solo lo dejo me voy pensando
si seguirían mañana para verlos

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Cuando el tiempo pasa

Ojos marchitos que mueren

la luz se opaca con el pasar

una sombra a lo lejos se ve


Los recuerdos son un suspiro

que pasan como visiones muertas

un pasado sin vida


Las canas llegaron para quedarse

los ojos cayeron en un abismo

el abismo de lo perdido

donde nadie vuelve ni cuenta


Camino con solo pasos que se borran

no hubo regreso al paso vacío

quedo un recuerdo tirado en el suelo

y muchos más

marchito como el tiempo sin avance


Alguna vez pensaste en saltar al abismo

no se cae, se baja hasta volar

como la vejes se acerca siento la muerte

el tiempo deteriora lo que pasa


La voz del tiempo se escucho

como un susurro de segundos invisibles

los túneles de tierra se pasan


Cierra los ojos e imagina

que nunca se despertara luego

De caer