Prologo de un poeta que ya murió sin ver la muerte

Mi poesía es un grito en la oído del hereje que es ciego, el anuncio de la muerte que vive para irse conmigo a un baile de versos y estrofas que nacen de mi mano que me lleva de vuelta a al vida para perturbar con lo que sale de mi boca, de mis poros, de mi lengua anticuaria difuminada por el tiempo, por mis dedos grises de mis manso mas grises todavía

domingo, 21 de diciembre de 2008

Deseo de navidad


Era navidad, las ventanas empañadas con dibujos de niños, los muñecos de nieve con sus zanahorias de nariz florecían como las risas alrededor del pino de navidad; era muy feliz aquel orfanato.

Las adopciones caían como los copos de nieve en el suelo navideño de diciembre, todo era feliz excepto por el pequeño Fermín; se puso su mejor ropa pero nadie lo adoptaba, todo llego a que Salí su mejor amiga y única compañera de cuarto que le iba quedando salio a jugar para alegrarlo pero no duro mucho ese momento feliz, una pareja joven la adopto y desde su ventana la veía irse a largarse a llorar.

Llegaba la ora de dormir anunciaba la voluntaria, le dio pena ver aquel cuarto con Fermín abandonado y las otras camas vacías. El apago su vela llorando por aquella soledad que lo rodeaba, se levanto de un sueño triste en medio de la noche a mira solo la ventana; miro las estrellas brillar y pide un deseo a lagrimas. Papa Noe llego cuando el estaba rezando, al escucharlo lloro como los ángeles llorarían al igual que la luna, cumpliendo su pedido mirando las lagrimas de tristeza que salían de sus inocentes ojos de niño.

Lego el día, el sol llegaba a su rostro, la ayudante lo mando a vestirse el solo obedeció tristemente; los regalos no lo emocionaron. Una mirada hizo a la puerta, las adopciones empezaron; no se ilusiono. Una pareja lo miro a el no le dio lo mismo, en eso la monja maría lo llama, por un momento casi lloro; solo los papeles se lo llevaron de allí de la mano con ellos. La sonrisa de la felicidad llego con la navidad, dios desde el cielo lo vio ser feliz para no jamás volver, recibiendo el mejor regalo que allá tenido.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Cuervo


Cuervo que mira
Mira la ventana

Picar el ojo del
Mentiroso

Quemar la lengua
Blasfema del mentiroso

Ojos negros que miran
El fuego del cadáver
Viviente

Miedo que vuela
Miedo que se infunde
Miedo en plumas negras

Plumas que caen
De la sombra
Del corazón

Grito que nace
Garras que lastiman

Árbol seco que para,
Observa sin pudor
Miedo callado de
Observar

Feliz navidad


Se es navidad, mi padre salio recién; son las una y media de la tarde , tengo muchas horas antes de que llegue.

Aun recuerdo la navidad pasada, me llego un botellazo de cerveza en la cabeza por parte de su maldita borrachera habitual de navidad. Recuerdo los gemidos de mi hermana mayor de tan solo 15 al ser violada por el, los silenciosos quejidos de mi madre tocándose los moretones de los golpes.
Me pregunto mientras escondo la pistola del si será un botellazo de whisky o vino, simplemente creo que será otra cristal con mi nombre marcado, las de whisky denle mas, ahora soy todo un experto sobre el tema.
Llego a casa agobiado después de salir caminar un poco, mire el árbol de navidad; seco que llega a estar mas que café, pelado de adornos lo único que tiene es una estrella de cartón que hice a los 5 años. Por mientras mi hermana cuenta las pastillas anticonceptivas par al noche, mi madre el hielo para los moretones. Se esta haciendo de noche falta una hora para que llegue; me escondí en el armario, aunque aun así me va a encontrar. Llego con una de whisky; parece que anda con plata, esta vez no llego a dármela en la cabeza; llego donde mi hermana. No se si pararlo o no. Al parecer dejo la botella en la mesa. No durare si pegársela o no, no quiero de nuevo puntos en mi cabeza y tener que mentirle a la enfermera co la excusa de un accidente; simplemente la tomare y se pegare ya que la tengo en mis manos.
Nunca creí ver este momento, tampoco me imagine tener la fuerza de hacerlo, ver su propia botella hacer crahs en su cabeza como escucho ahora. Lo mate, veo su sangre derramada en el piso, lo único que hice después fue abrazar e mi hermana y llorar en su hombro de alegría.

Ya es 25 paso noche buena, fue la mejor navidad que allá pasado.