Prologo de un poeta que ya murió sin ver la muerte
Mi poesía es un grito en la oído del hereje que es ciego, el anuncio de la muerte que vive para irse conmigo a un baile de versos y estrofas que nacen de mi mano que me lleva de vuelta a al vida para perturbar con lo que sale de mi boca, de mis poros, de mi lengua anticuaria difuminada por el tiempo, por mis dedos grises de mis manso mas grises todavía
Cuervo

Cuervo que mira
Mira la ventana
Picar el ojo del
Mentiroso
Quemar la lengua
Blasfema del mentiroso
Ojos negros que miran
El fuego del cadáver
Viviente
Miedo que vuela
Miedo que se infunde
Miedo en plumas negras
Plumas que caen
De la sombra
Del corazón
Grito que nace
Garras que lastiman
Árbol seco que para,
Observa sin pudor
Miedo callado de
Observar
No hay comentarios:
Publicar un comentario