
Rosas que huelen
A muerte difunta
Muerte misma
Que se huele en soledad
Como la rata inmunda
Y el barro de mis arrastras
Perfuma dulce y maldito
Como el dinero del terciopelo
Como el dulce hogar de noche
Soledad y muerte
Perfume que se unen
En rosas negras
Como la muerte viva
Olores pasan que no olvido
Las tdas que veo al dormir
Sentir el hedor de sombra el maldito
Sombras de sueños roedores
De calles que ni el mismo diablo
No tocaría si dependiera de ello
Los gritos del muerto me suenan
Como ecos que no termina
Infinitos en mi cabeza
Como un campaneo mortuorio
Y una lluvia de rosas negras
Anunciando muerte en fango
En un cielo oscuro de ratas
Y bellas rosas rojas perfumadas
Llenas de risa a al mortuoridad