Prologo de un poeta que ya murió sin ver la muerte

Mi poesía es un grito en la oído del hereje que es ciego, el anuncio de la muerte que vive para irse conmigo a un baile de versos y estrofas que nacen de mi mano que me lleva de vuelta a al vida para perturbar con lo que sale de mi boca, de mis poros, de mi lengua anticuaria difuminada por el tiempo, por mis dedos grises de mis manso mas grises todavía

viernes, 1 de enero de 2010

Navíos desesperados




Bitácora del capitán:

La vida te pasa en segundos cuando no eres de las personas que la ven lo que tienen antes de tal momento que cambia todo lo que uno tiene, lamento no poder volver y romper mí promesa de que volvería.

14 de enero de 1896

Era una noche en que el mar estaba embravecido y la lluvia rugía junto con el viento. El capitán Thomas Hight luchaba contra el viento y las olas salvajes de la noche mientras el teniente le advertía que se devolvieran por que con la tormenta había peligro de que el barco volcara por las olas, los hombres en cubierta luchaban contra las olas que los azotaban afuera del barco al chocar con el Grand Merrie cargado de oro hacia Londres desde Australia, recitando la oración al mar que le enseño su abuelo cuando era pescados:


Siete mares

brisa salada

canto de gaviotas

ola e Poseidón

ayúdame en mi viaje

tus historias homenajearen

no me abandones

por un día más

tener para contemplarte


Enfurecido el mas hizo nacer una ola de la las mismas manos de Poseidón tan grande como tres veces de su barco rompiendo por los costados dándolo dando vuelta la proa completa del barco Grand Merrie el capitán veía como sus hombre salir por al borda por al fuerza de la ola mientras el agua entraba en su cabina del barco mirando por ultima vez la foto del reloj que el regalo su esposa antes de partir el viaje con al foto de ella adentro, recordando su promesa pidiendo perdón por no cumplir su promesa de volver viendo su vida pasar y sus recuerdos con ella

Luego de naufragar en un tablón del barco por tres días y tres noches seguidas despertó en una playa en medio de una isla inexplorada, camino un poco para alejarse de la corriente que lo llevo hasta allí y se volvió a desmayarse al instante despertando otra ves tres horas mas tarde, confundido se levanto luego de pensar y acordarse como llego hasta allí a tal isla desolada por donde se el viese.

Recapacito caminado por la orilla en lo que le dijo el teniente antes de partir del muelle; busco gente a gritos hasta encontrar al teniente, al momento en lo vio salio en su auxilio de inmediato en al orilla en que se encontraba, medio muerto el teniente le pide un favor, que no lo enterrara, sino que le haga un funeral de mar; con estas ultimas palabras el le responde que no se podrá, no hay materiales para hacerlo el teniente sonrío y dijo que no importaba sino lo hacia, llego al tarde ya había enterrado a su teniente hasta le hizo una cruz improvisada, luego empezó a buscar leña para la noche y hacer una fogata recordando lo que aprendió en el puerto con su abuelo al acompañarlo a pescar cuando era niño; hizo el fuego y busco unas cajas de carga que llegaron a la orilla que muy difícilmente vio co la escasa luz que había, tuvo suerte pensó con autocompasión mirando la foto del reloj de bolsillo.

Las horas pasaban lentamente, cada día era interminable, solo llevaba una semana en al isla y sentía que había pasado un mes sin hablar con nadie, ni su reloj funcionaba ya, era un tormento, lo único que lo mantenía vivo era pensar en el nombre Escarlet de su amada que la extrañaba tanto. El fuego de al esperanza de volver no se apagaba como el fuego que dejaba para que lozi demás barcos volvieran, transcurrió un mes así que empezó a conocer la isla como el cuerpo de una mujer de alguna pintura de Da Vinci, paso a dos meses luego a tres hasta donde se canse el tiempo que lo observaba.

En las noches soñaba Con Escarlet, soñaba que veía el ocaso en ella en un campo de tulipanes, al despertar se decepcionaba porque solo era un maldito sueño que no se hacía realidad. Con el tiempo pasaron ya siete meses desde que llego, se acostumbro a al isla pero seguía poniendo fuego en la orilla; las gaviotas le traían comida como favor a un hombre solitario; una mañana pensó que nadie lo rescataría a menos que el saliera por su propia cuenta, con esa idea comenzó a construir una pequeña embarcación pare el y un poco de provisiones; fueron cuatro semanas duras de trabajo, talando y cortando; al terminar solo descanso y espero el día de irse.

Llego el día en que no quiso mirar atrás y se marcho pensando en su amada Escarlet, a medida que avanzaba miraba al isla empequeñece ante sus ojos, llorando de alegría se marcho sonriente mirando al foto de Escarlet.

En el viaje paso la tormenta y la calma moverse con furia, un desafío del mismo Poseidón impuesto para detenerlo; aquella noche de tormenta recito nuevamente la oración de su abuelo al mar a gritos intentando controlar la pequeña embarcación que construyo.

Después de la tormenta durmió tres días, navegando sin rumbo alguno despertó viendo barco cargueros a lo lejos, por la vista de animo a remar rápidamente hacia los barcos, a medida que avanzaba se dio cuenta que era Inglaterra y su puerto de Londres, todo era felicidad hasta que se dio cuenta de que su pequeña embarcación se iba hundiendo lentamente por el desgaste. Con esta completamente hundida se lanzo a nadar el solo el medio kilómetro restante para llegar a tierra, esperanzado con casi nada de energía llego al puerto, la gente lo miraba impresionada por su estado, no alcanzo a decir nada cuando se desmayo al instante de pararse en tierra. Despertó en una camilla de hospital con un doctor mirándolo preguntándole quien era y por qué llego así al puerto, si problemas le dice que se llama Thomas Hight y es el único sobreviviente del barco Grand Merrie que iba cargado de oro que luego fue hundido por una tormenta; sin habla el doctor mando a avisar a su supuesta viuda y ala reina explicando la desaparición del cargamento de oro que nunca llego de Australia.

Una vez recuperado solo fue al único lugar que quería estar, en casa; nunca se imagino llegar allá, cuando Escarlet abrió la puerta Thomas abrazo a Escarlet apasionadamente con un te quiero en el oído acabando así una historia de amor y de desventura.

Bitácora:

Si existe la esperanza solo hay que mantenerla viva, una promesa se cumple tarde o temprano peor se cumple, no existen las promesas imposibles o que no llegue siempre se puede solo hay que intentarlo

28 de agosto de 1896

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