Prologo de un poeta que ya murió sin ver la muerte

Mi poesía es un grito en la oído del hereje que es ciego, el anuncio de la muerte que vive para irse conmigo a un baile de versos y estrofas que nacen de mi mano que me lleva de vuelta a al vida para perturbar con lo que sale de mi boca, de mis poros, de mi lengua anticuaria difuminada por el tiempo, por mis dedos grises de mis manso mas grises todavía

sábado, 6 de marzo de 2010

Smith y la mujer del tren


Smith enviudo hace ya dos días, espera solitariamente el tren de las once con media hora, esta nublado como a punto de llover, un día de luto piensa Smith mirando el horizonte si viene el tren, el momento de una mañana de invierno, a lo lejos se vio el tren diurno de las doce sonando su silbato y ruedas de acero chirriando al frenar, el vapor salía como una niebla de muchas noches atrasadas.
Smith ya se imaginaba que no llegaría nunca, se estaba acordado que llegaría a las once y media, pero estaba retrasado por media hora, no le dio mucha importancia al asunto además ya nada vale la pena en tal momento de su vida, subió al carro y se acomodo donde fuera, miro por la ventana la lluvia caer como si no fuera la primera ni la ultima vez, escucho al boletero afuera de su asiento y saco el boleto esperando que pasara pidiéndolo.
El carro marcha y marcha sin dejar huella de paso todo como si fuera no existiera, Smith mira su derecha y ve una maquina de café, pensó que no tenia que hacer y tampoco tenia ganas de dormir, decidió tomar un poco de café ya que no tenia nada mas que hacer, en sus manos tenia un café espumoso y cargado, se fue a su asiento nuevamente ocupado de sus pensamientos lo interrumpe una mujer, lo distrae diciéndole-que feo esta el día-, Smith le responde-si, pero parece que cambiara-, en su cabeza se alegro un poco según el punto de vista que le quitara un poco por un rato su nube negra en su animo. En ese momento el cielo empezó a despejar, con una sonrisa la miro y se presento, ella le dijo que se llamaba Lucia, con los nombres ya en sus conocimientos y una comunicación casi natural sin timidez se fueron conversando de la vida y sus pasares personales, por un momento Lucia le dice que se tiene que bajar en esa estación, le dijo adiós y le dio y papel con el nombre de una dirección y le dice que la busque, Smith solo le dijo adiós prometiéndole que la buscaría..

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