Prologo de un poeta que ya murió sin ver la muerte

Mi poesía es un grito en la oído del hereje que es ciego, el anuncio de la muerte que vive para irse conmigo a un baile de versos y estrofas que nacen de mi mano que me lleva de vuelta a al vida para perturbar con lo que sale de mi boca, de mis poros, de mi lengua anticuaria difuminada por el tiempo, por mis dedos grises de mis manso mas grises todavía

lunes, 1 de noviembre de 2010

Estatuas



Estatuas calladas
sin expresar nada
miran al cielo
con ojos fijos
sin decir nada
quietas sin lugar
ni tiempo donde
ni momento existente
donde estar

Sabiduría absoluta
ignorancia del mundo
lleno de blasfema
danza al viento
noche y día
viva sin vida

Miro al horizonte
preguntando sin saber
¿dónde mirara?
sin fin alguno

Caminante inmóvil
¿Dónde vas?
ojos fijos azules
no se que hacen
pero lo que quiero
ver como ellos

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