Prologo de un poeta que ya murió sin ver la muerte

Mi poesía es un grito en la oído del hereje que es ciego, el anuncio de la muerte que vive para irse conmigo a un baile de versos y estrofas que nacen de mi mano que me lleva de vuelta a al vida para perturbar con lo que sale de mi boca, de mis poros, de mi lengua anticuaria difuminada por el tiempo, por mis dedos grises de mis manso mas grises todavía

domingo, 7 de noviembre de 2010

Mi niña linda


No dejes
ni te detengas
de ser feliz
sique viendo
para yo ser feliz
que ver tu sonrisa
me alegra
como mil soles

Piececitos blancos
solo corren
para ver al sol
que los días
tristes con nubes
tú asomas el sol
para mi sonreír

Sigue el arcoíris
mientras puedas
juega ante mis ojos
mientras te vea
para no llegar
al atardecer de mi vida

Solo sonríe
para verte siempre
y no se me olvide nunca

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