
Aquella mujer lúgubre
que me mira con sus ojos negros
odiándome y anunciando
muerte y destrucción
Con su piel blanca y fría como
el frío mas intenso que congela
mi alma y mi corazón calido
Y su boca de labios pintados del
negro mas tenebroso, poco acogedor
que habla de sufrimiento y dolor
eterno sin compasión
Su cabello negro que parecen
látigos de martirio imparable
que inspiran esclavitud infamia
1 comentario:
Quiero conversar contigo, ¡otra vez!. Te buscaré uno de estos días, y te encontraré, para hablar horas, minutos.
Matías, adoro tu poesía, y salio verso :)
Cuida-te, tu espíritu.
Intenta sonreír.
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