Mirando desde la pradera la vi tocándose su vientre con una mirada de amor que solo una madre tiene donde reposaba su fruto de esperanza después de ese calvario en su vida sabiendo que ese niño le dará otra oportunidad de vida, toda esperanza llega tarde o temprano, de haber mirado con ella ese atardecer recordando aquella otra mujer visto llorar por la perdida de lo mas maravilloso que tenia, que se lo arrebato en un lugar donde no podía protegerlo ,mas que sentir su presencia, aquellas lagrimas de dolor inmenso que solo el tiempo curaría a largo plazo después de años de sufrimiento dejando un manzano que les recordaría que ese árbol cuidaría bajo su sombra protectora a ese niño que nunca vio el mundo.
Ese mismo manzano plantado para recordar aquellas lagrimas de dolor que se transformaría a su tiempo en una sonrisa de alegría y felicidad de amor de un Nagel que si conoció este mundo que tuvo la suerte de salir a este mundo siendo cuidado por alguien que nunca tuvo esa oportunidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario