Prologo de un poeta que ya murió sin ver la muerte

Mi poesía es un grito en la oído del hereje que es ciego, el anuncio de la muerte que vive para irse conmigo a un baile de versos y estrofas que nacen de mi mano que me lleva de vuelta a al vida para perturbar con lo que sale de mi boca, de mis poros, de mi lengua anticuaria difuminada por el tiempo, por mis dedos grises de mis manso mas grises todavía

lunes, 6 de octubre de 2008

TEMORES DE GUERRA


Del reclutamiento paso al regimiento, el pensaba que hacer caso a su patriotismo era lo mejor, servir a su patria y morir por ella lo mejor que había hecho de su vida, los ejercicios lo inspiraban a luchar, escribir con la tinta metálica del fusil.


De la noche a la mañana no quiso mas guerra entre su subconsciente pero al suerte no estuvo a su favor, lo enviaron a la muerte misma esa tarde, el no quería pero el deber lo obligaba, al subirse a ese tren veía la muerte moverse, que lo llamaba con el dedo de su helada mano.

Subió deprimido lastimado por la decisión suicida que lo torturaba. En el campo desolado de olía a muerte por donde fuera no podría huir, la muerte susurraba su presencia, su única posibilidad era matar o morir. La muerte lo señalaba desde el este, oía las balas silbar su canto al rosar, veía morir y luchar.

Herido de muerte con una bala en su corazón su amigo lucho, veía a su hermano pelear como si no existiera nadie más que la suerte de sobrevivir. Recuerdo que el callo en Normandia luchando por vida y muerte, temor y valor ninguno de los dos sobrevivió más que el recuerdo de un temor.

1 comentario:

Fer dijo...

De nada.

Por cierto, mi profe se molesto u.u
Jajaja, pero no importa, tenía que acompañarte y así fue y te ayude al menos :)...

Gracias por todo :)