Prologo de un poeta que ya murió sin ver la muerte

Mi poesía es un grito en la oído del hereje que es ciego, el anuncio de la muerte que vive para irse conmigo a un baile de versos y estrofas que nacen de mi mano que me lleva de vuelta a al vida para perturbar con lo que sale de mi boca, de mis poros, de mi lengua anticuaria difuminada por el tiempo, por mis dedos grises de mis manso mas grises todavía

viernes, 10 de octubre de 2008

Espejo de la luna


La luna se peina mirando con
El reflejo de su espeje en
El mar, mientras el mar
La admira con ojos de enamorado
Gritándole, halagos con las
Olas salvajes que, gritan una poesía
De amor puro, la luna por mientras aconseja a sus
Hijas las estrellas si brillar
Mas fuerte para atrapar con su
Encanto a las olas salvajes.

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