Prologo de un poeta que ya murió sin ver la muerte

Mi poesía es un grito en la oído del hereje que es ciego, el anuncio de la muerte que vive para irse conmigo a un baile de versos y estrofas que nacen de mi mano que me lleva de vuelta a al vida para perturbar con lo que sale de mi boca, de mis poros, de mi lengua anticuaria difuminada por el tiempo, por mis dedos grises de mis manso mas grises todavía

miércoles, 7 de abril de 2010

Mateo y el fantasma del viaje


Mateo hace bastante tiempo que quería ir con maría a mostrarle el sur pero no sabía lo que el viaje le depararía como a toda la gente que lo aborda todos los días.
Mateo mientras lee su periódico en su vagón, queriendo preguntarle algo María, cuando noto que no respondía bajo su periódico y miro al lado del, noto que María no había subido al tren, lo dejo botado en un tren que lo llevaría al sur solitariamente, se sintió vacío, decidido a pensar que no estaba solo en el tren al busco, luego de buscar una hora María se le hizo una ilusión en su cabeza como un sueño de felicidad y riqueza. Se imagino una vida sin María apoyada en sus brazos como solía hacer, sin sus ojos brillosos que lograban que se le alegrara el día después de una mala jornada. Era su doncella en un palacio para el, flotando en el espacio infinito

De sufrimiento se fue a su asiento sin decir anda ni expresar nada en su rostro y durmió, cuando despertó una voz le pregunta -¿Cómo dormiste querido?-la miro yt le dice-nada mi amor, nada-, la abrazo y miraron los dos el paisaje de la ventana que se repetía una y otra vez como un dibujo

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