Prologo de un poeta que ya murió sin ver la muerte

Mi poesía es un grito en la oído del hereje que es ciego, el anuncio de la muerte que vive para irse conmigo a un baile de versos y estrofas que nacen de mi mano que me lleva de vuelta a al vida para perturbar con lo que sale de mi boca, de mis poros, de mi lengua anticuaria difuminada por el tiempo, por mis dedos grises de mis manso mas grises todavía

miércoles, 5 de mayo de 2010

El pensante


Esa expresión de su cara con barba de tres días sin afeitar, pensante con su vino en caja en mano marca CLOS, pensaba en como salir de su propio abismo teórico, piensa que nadie lo ayudara ni su caja amiga de vino además con suerte puede hacer mil pesos para una caja de vino entre limosna y limosna que le da la gente, bueno la poca gente que le da monedas. Un perro tan callejero como el se le acerca con intenciones de cariño, el solo lo recibió ya que entre indigentes independiente si son animales o personas da lo mismo tomando en cuenta que entre ellos debían apoyarse; con su mano libre le hizo cariño y el perro se le acomodo a su lado sin importarle las pulgas o la tiña, lo mira y dice-somos dos viejo amigo-.

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