Prologo de un poeta que ya murió sin ver la muerte

Mi poesía es un grito en la oído del hereje que es ciego, el anuncio de la muerte que vive para irse conmigo a un baile de versos y estrofas que nacen de mi mano que me lleva de vuelta a al vida para perturbar con lo que sale de mi boca, de mis poros, de mi lengua anticuaria difuminada por el tiempo, por mis dedos grises de mis manso mas grises todavía

miércoles, 16 de marzo de 2011

La casa de los poetas


Son las siete de la tarde y la puesta de sol se ve clara desde la morada de los poetas en la llamada “casa de los poetas”.
Benedetti miraba la televisión anunciar su funeral por el noticiario, fumando su pipa apaciguadamente en el sillón; su calma fue interrumpida cuando llego Shakespiare quejándose otra vez por el comportamiento reciproco de Bukowski, otra vez se había embriagado como de costumbre y amenazaba con pegarle un botellazo en la cabeza; Benedetti solo se largó a reír pero claro que Gabriela lo miro con un rostro serio y le pregunta ¿Cuál es la gracia?, se acerca por atrás Neruda con una risita irónica y dice que él es gracioso borracho o sobrio. Cortazar se reía en la ventana mirando la lejanía del lugar, mientras bebía un sorbo de su café pensó que Bukowski era un genio loco que no podía controlar sus vicios como la cerveza y las mujeres. Shakespiare grito como mujer, luego salió con su orgullo en alto como todo británico y su calavera en la mano. Seguido entra Bukowski fumando uno de sus puros y con una botella de whiskye en la mano, luego gritó: “viva las putas de cabaret y la cerveza barata”.
Olivero Girondo se levantó abrazando un corazón como todas las mañanas, fortuitamente se cruza Bukowski en su camino abriendo la puerta de su dormitorio; el olor que emanaba la habitación era semejante a diez bocas de borrachos con 10 cervezas cada uno engestadas. Este solo se quejó y salió corriendo para evitar la pestilencia, Bukowski lo miro y se largó a reír delante de él y le dice que esta con la resaca.
Neruda tomaba desayuno cuando entre el personaje de la casa (Bukowski) y tira un poco de ceniza en las tostadas de él y comenta que esta que se va por el baño si Gabriela no sale. Neruda le dice que alguien más viene a vivir. A las dos alguien abrió la puerta, este era un personaje de sombrero de hongo y un traje elegante de los años 20 y un bastón que acompañaba a su imagen de señorito; este se presentó como Vicente Huidobro el señorito para los dulzones, Neruda se molestó, él ya sabía quién era y no tenía intenciones de interactuar con Huidobro.
Eran las dos de la mañana y Huidobro se despertó por un curioso sonido en su habitación, miro a su alrededor y vio a Bukowski orinar en su sombrero, Le pregunta que está haciendo en su cuarto y por qué está orinando en su sombrero. Bukowski solo miro a su alrededor y responde que creía que ese era el baño, Huidobro solo le gritó que se fuera y siguió durmiendo pensando que tendría que lavar su sombrero en la mañana. Cuando todos se reunían al desayuno Huidobro pregunta quién deja entrar ebrios al lugar, Benedetti de puso a reír y dice que ese es Bukowski, que ya aprenderá a convivir con él; en ese momento aparece el dicho personaje nombrado y Benedetti le ofrece una cerveza, este la rechazo con la excusa de querer quitarse un poco la resaca. Al momento Bukowski y Benedetti se acomodaron en el sillón a ver el noticiario, anunciaban el luto mundial por la muerte de Mario Benedetti, con su pipa en la boca lanzo una bocanada de humo y se puso a reír, Bukowski prendió un puro; se acerca Huidobro preguntando si puede unirse al club de los fumadores, ellos se miraron e hicieron un gesto de aprobación y este saco un cigarro. Pasadas las dos de la mañana Bukowski y Huidobro estaban borrachos de whyskie, al parecer ninguno podía mantenerse de pie por si solo y se apoyaban uno del otro.
Huidobro tenía un dolor de cabeza de los mil demonios, fue donde Bukowski y este le pregunta que es lo que está sintiendo, Bukowski se empezó a reír y le dijo “bienvenido al mundo de la resaca”.

Shakespiare quería tomar una ducha matinal, pero no se percataría de que Bukowski estaba duchándose en el baño de él, este claro se desmayó y lo tuvieron que reanimar con café.

1 comentario:

Srta. X dijo...

me gusto mucho esta entrada, esa convivencia y sus problemas sin duda es complejo. Por otro lado aunque no de igual forma me recordo un tema de Mauricio Redoles, claro que en su relato es un partido de fútbol.

Por si lo quieres escuchar este es el link:
http://www.poesias.cl/poetas_muertos_vs_poetas_vivos_01.mp3