Prologo de un poeta que ya murió sin ver la muerte

Mi poesía es un grito en la oído del hereje que es ciego, el anuncio de la muerte que vive para irse conmigo a un baile de versos y estrofas que nacen de mi mano que me lleva de vuelta a al vida para perturbar con lo que sale de mi boca, de mis poros, de mi lengua anticuaria difuminada por el tiempo, por mis dedos grises de mis manso mas grises todavía

viernes, 14 de agosto de 2009

Carli y el asesino silencioso


El doctor abría la puerta de al habitación de Carli, la familia entera que salio el doctor al escuchar el pasillo con movimiento en su silencio, mirando todos al doctor que salía por el para anunciarles con una cara seria de pocas posibilidades la noticia. El mes anterior Carli se levanto a tomar desayuno, habitualmente tomaba su café y su tostada, su madre le reprochaba que no fuera tomar mucho café; Carli simplemente de ignoraba y se iba a la escuela caminando como todos los días. Cuando llegaba de la escuela en al tarde lo primero con que lidiaba eran las pelas con su hermano por espacios compartidos, típicos problemas de una adolescente de 16 a 18 años; constantemente su padre le preguntaba << ¿por que escuchaba algo tan depresivo?>> no era sano, hirientemente le decía como respuesta que si acaso no tenia trabajo que hacer en vez de molestarla, con esto se iba callado sin decir nada y triste pensando en que hizo. Era miércoles cuando despertó sin decir nada a nadie, solo se fue a la escuela mirando el portón del edificio don ganas de quemarse viva, en el salón de clases su compañero de asiento porque tan callada y ella irritada como de costumbre le dice que se valla al diablo, el maestro al escuchar esto la reprocha por que le dijo eso en un tono mas o menos enojado, Carli solo le dijo que se valla al diablo el también. Enojado la envía a la directora de inmediato mientras revienta un globo de chicle que mascaba en su cara; prosiguiendo con un caminar lento. En la oficina la directora le pregunta dulcemente << ¿Por qué me visitas hoy Carli?>>riéndose le dice que le dijo al profesor que se valla al diablo, atónita la directora de un solo grito la expulsa por una semana, inflando su globo de chicle lo revienta en su cara diciéndole que una semana no es nada y que es una vieja de mierda; yéndose a su salón en profesor le dice que se disculpe recibiendo a cambio que le levante el dedo del miedo de Carli mientras recoge sus cosas para irse ya que al expulsaron por una semana suspendida. Cuando llego a casa solo fue a dormir, soñando con un mundo blanco y negro con tonos grises lleno de cuervos silenciosos en copas de árboles secos en un sendero de árboles negros, durante un buen rato en el cielo se recito un poema que le gustaba mucho a ella que hace años que no leía.
“En una luna roja nació una rosa negra que se robo las sombras del cielo cubierto para que se viera la rosa sangro en un suelo saliendo un sentimiento sentimiento de rojo pasión a cambio la luna le otorgo un color más para brillar y ese era el de al luna que cuando se roba una sombra la rosa lunar aparecerá”

Carli miro una luna llena eterna mientras caminaba en un bosque oscuro y seco, felizmente sonriente luego de años y se marcho son rumbo alguna donde en un camino de pétalos de rosas negras y hojas, sin faltar la de luna, siendo alumbrado por la luna llena de un cielo negro estrellado. En el mundo real done Carli ya no era parte, su madre llamo al padre de al iglesia porque nos salía hace ya en dos semanas, el padre solo dijo que nos sabia que era, luego el doctor. El doctor la vio, sus labios estaban rojos como se los hubieran pintado con pasión pura y su piel blanca, no una blancura de cadáver sino una blancura de pureza se explicaba en su cabeza el doctor, la luna llena alumbraba su rostro desde al ventana, el solo la miro con unos ojos que decían “que hermosa imagen de vida pura”; al hipnotizarse noto que ella ya no llegaría a casa jamás, lo ultimo que hizo fue si habían señales de deshidratación, al parecer no había existencia se ello, ni de falta de alimentación. Con solo una mirada más noto que se quiso ir por su cuenta propia, solo pensó en avisar que estaba muerta para no interrumpir su sueño sin fin. El doctor salía de la habitación con al mala noticia a la madre de Carli, de ella cayo una lagrima solitaria al saber, su mundo se callo por completo como un grano de arena. Carli caminaba en su mundo hasta el infinito rodead de pétalos y al luna alumbrando su camino con su sonrisa en lo labios rojos como una rosa, teniendo una negra en su mano recitando un poema alegremente descubriendo la felicidad después de años de vivir en un mundo que no era el de ella ni el de nadie, sino el de quienes no lo tenían

1 comentario:

Roberto_Carvallo dijo...

me gustó mucho ..creo que es muy interesante el personaje de carli, su rabia... tiene mucha vitalidad el relato, se sigue facil y mantiene entretenido al lector...

si usted mejora su ortografía ... sería un gran escritor..la pasta la tiene