Prologo de un poeta que ya murió sin ver la muerte

Mi poesía es un grito en la oído del hereje que es ciego, el anuncio de la muerte que vive para irse conmigo a un baile de versos y estrofas que nacen de mi mano que me lleva de vuelta a al vida para perturbar con lo que sale de mi boca, de mis poros, de mi lengua anticuaria difuminada por el tiempo, por mis dedos grises de mis manso mas grises todavía

martes, 18 de enero de 2011

Danza de luna


Las ánimas danzan
a la voz dulce
de una luna sonriente
como un vals eterno
viene los pasos
de una noche eterna
sin amaneceres
la noche sonríe
bajo una promesa
de versos rodantes

A ojos lunares
se llena la luna
de felicidad
de gozo
de impunidad
una promesa
que se cumple
al quebrar las emociones
surge la llave
de la oscuridad eterna
de un cielo nocturno

Llueve sin llover
de la penumbra eterna

1 comentario:

Srta. X dijo...

me encanta la luna!!!
es objeto insigne de soledad